Archivo de la etiqueta: Rapaces

Banqueros colombianos: voraces, rapaces y desalmados

IMG_20200408_213034

En 2015 la Asociacion Suiza de Banqueros (Swiss Bankers Association) sorprendió al mundo con una campaña de búsqueda por todo el mundo de titulares de cuentas bancarias inactivas por más de 60 años. Ello, con el propósito de devolverle a sus legítimos dueños o a sus herederos los ahorros y los intereses generados por estos. A ello los obligaba una ley del gobierno suizo a cuyas cuentas, precisamente, estaban destinados a ir esos recursos sin aparentes dueños.

Esto, una autentica lección de honorabilidad y ética en lo publicó y lo privado, es impensable en el gobierno de Colombia y en Asobancaria. El primero, ni siquiera ha sido capaz de dar cuentas en décadas, sobre el paradero de las inmensas fortunas y bienes decomisados al narcotráfico o del destino de los recursos por ventas de bienes y activos públicos (privatización). Los segundos, carecen de sensibilidad y solidaridad y solo los caracteriza su voracidad y sus prácticas rapaces con los màs débiles.

Los colombianos, hace más de medio siglo, al igual que los ahorradores suizos, podían colocar dinero en los bancos bajo la certeza o a sabiendas de que, sin importar el tiempo transcurrido, encontrarían el monto y los intereses sobre lo ahorrado en sus cuentas. Hoy, por el contrario, se ha normalizado que sí alguien deposita 1 millón de pesos en un banco, al cabo de un tiempo encuentra que sus recursos disminuyen hasta desaparecer, como por la acción de un agujero negro o más bien de un ladrón que goza del poder suficiente para cubrirse de inmunidad, o quizás de impunidad.

Así se enriquecen los bancos y por ende sus dueños. Recaudando, administrando y especulando en el mercado con el dinero de las pensiones de millares de ciudadanos. También prestándoles a éstos su propio dinero (su ahorro) con altísimas tasas de interés y, paradójicamente, pagando cifras exiguas o bajísimos intereses a sus cuentahabientes y/o depositarios por los recursos, que tras su captación, también les sirven para hacer negocios y obtener altísimas ganancias.

Pero más allá de ello, también extraen la sangre de los ahorradores con las cuotas de manejo por tarjetas de crédito, débito y cuentas de ahorro; con cobros o más bien penalizaciones por consulta de saldo y retiros en cajeros automáticos, para no mencionar los costos por transferencias bancarias, por pagos a terceros vía internet o por consignaciones nacionales.

Pero la miserableza de los banqueros colombianos no da tregua ni siquiera en épocas de coronavirus. Detras de los supuestos alivios financieros a sus acreedores, los banqueros no ven nada diferente a posibilidades de nuevos negocios mediante estrategias engañosas. El hombre más rico del país, el banquero Luís Carlos Sarmiento Angulo, ofrece donar 80.000 millones de pesos a sabiendas de que ello le representa una exención tributaria por 130.000 millones. Como quién dice, nunca pierde y siempre gana.

Lo de Sarmiento puede parecer además un acto de extrema generosidad para los incautos. Sin embargo, sí se tiene en cuenta que el banquero era para la revista Forbes uno de los hombres más ricos del mundo en 2019 (puesto 129), con una fortuna de U$ 10.800 millónes de dólares (43.200 millónes de millónes y/o 43.2 billones), se entiende que mas que solidario es un ser calculador, mezquino y tacaño, incapaz de donar siquiera un 1℅ de su riqueza (432.000 millónes). Su donación solo fue de un 0,185% de su fortuna que es ese mismo valor multiplicado por 540.

Nada más en 2019 las ganancias de las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera fueron de 21.5 billones de pesos, lo que a diciembre 31 de 2019 representaba en dólares 6.576 millones, cifra nada despreciable para los que ahora le dan la espalda al país que hace 21 años les tendió la mano.