Archivo de la categoría: Manipulación y Engaño a Electores

El cambio en primera que burló la Registraduría

Es un secreto a voces. Hubo fraude el 29 de mayo, pero superior al mismo es el miedo a hablar abiertamente sobre el mismo por parte de quienes saben de su ocurrencia y de cómo se concretó. Hay de por medio amenazas de muerte, de un poderoso sector en el país, incluso a familiares de quienes pudieran destapar lo que se hizo.

 

Fuentes de alto crédito cuyas vidas correrían peligro si se llegara a revelar sus nombres revelaron que la maniobra fraudulenta perpetrada en la primera vuelta presidencial tuvo varios componentes que incluían la adulteración por parte de jurados nombrados para tal fin de la votación consignada en los formularios E14, lo cual hacen por afinidad política y dinero bajo la seguridad que se les otorga de que no serán investigados ni judicializados.

 

Otro de los soportes del fraude, habría estado en la transmisión y digitalización de los datos, de tal manera que bajo el ropaje de una eficiencia inexistente y ponderada, elogiada y amplificada desde la complicidad de los grandes medios se diera un golpe de opinión, incluso desde mucho antes de que los jurados empezarán y concluyeran el proceso de conteo y entrega de la información a la Registraduría sobre el número de los votos efectivamente depositados por los ciudadanos en las urnas.

 

Los ciudadanos votaron hasta las 4 de la tarde pero de ahí en adelante la selección y oficialización de los ganadores de la jornada electoral estuvieron en manos de la Registraduría y de los contratistas de la misma, quienes desde un preconteo que no tiene efectos vinculantes tuvieron por intencionalidad imponer una matriz de opinión que de facto casi que deja sin razón de ser los escrutinios que deben efectuarse posteriormente por miembros de la rama judicial.

 

A propósito de estos últimos sería pertinente que se aclare a la opinión pública desde este respetable sector de la sociedad si es cierto o no que desde el gobierno ha existido injerencia indebida y presiones hacia su labor en los escrutinios, a la par de amenazas por parte de actores al margen de la ley para que concluyan el escrutinio sin atreverse a revelar detalles del aberrante fraude tras el que se esconderla lo que al establecimiento corrupto y mafioso no le interesaba ni convenía que ocurriera, el triunfo de Gustavo Petro en primera vuelta como en efecto y al parecer ocurrió.

 

Pero lo denunciado no se agota en lo ya expresado. La renuencia a la contratación de proceso de auditoría al software de la Registraduría estaría escondiendo, además, la existencia de un código malicioso diseñado para colocar un techo o tope máximo de votos reconocidos al candidato presidencial Gustavo Petro que impidiera que este alcanzara el porcentaje de votos necesarios para imponerse en primera vuelta.

 

Adicionalmente desde el propio código fuente habría una instrucción para que el software trasfiriera la votación obtenida por Gustavo Petro por encima del tope límite a él colocado a los dos candidatos del uribismo, otorgándole prelación porcentual a aquel de quien las firmas encuestadoras habían señalado como el único capaz de aglutinar los votos del establecimiento y ganarle a Petro en segunda vuelta, esto es, el ingeniero Rodolfo Hernández.

 

El silencio de Petro

 

Para la concreción exitosa de la maniobra, un objetivo clave encomendado al equipo de Hernández al parecer consistió en un entrampamiento que neutralizara a Petro restándole credibilidad frente a la opinión pública nacional e internacional en una eventual denuncia suya de Fraude.

La idea, según se nos reveló, consistía en precipitar una salida en falso como la que desde el propio equipo del candidato Hernández se propició, cuando Petro denunció un golpe de estado en marcha que nunca ocurrió y para la que convocó a una reunión a Hernández y Fajardo a la cual estos le hicieron el vacío, lo que sirvió como insumo a una también orquestada campaña de burla en redes y medios que erosionaron la confianza en lo denunciado por PETRO.

 

A partir de ese episodio y de la amenaza latente de que el Registrador fuera destituido y las elecciones se aplazaran, que no pasó de ser un rumor sin fundamento direccionado desde el uribismo para evitar ataques hacia Vega de parte del Pacto Histórico, en el propósito de que les resultara más fácil y sin oposición materializar su plan, Petro no sólo se silenció sino que, equivocadamente, en el debate final de Caracol fue más tibio que Fajardo con la Registraduría y el registrador absteniéndose  de contestar si confiaba en estos como garantes del proceso electoral.

En la misma línea de equivocaciones, el mismo día de las elecciones, desde su discurso, Petro aceptó sin reparos los resultados, se dejó imponer un techo y unos dudosos resultados de sus competidores que lo colocan en desventaja y lo dejaban a merced de la manipulación de las encuestadores, que ya vienen poniéndolo por debajo de Rodolfo Hernández.

Además, no cuestionó, como no lo volvió a hacer, unas elecciones que no le otorgan garantías y que dejan entrever que logre los votos que logre, siempre su competidor será beneficiado por el árbitro del proceso electoral con muchos votos más para ganar.

 

¿Qué resignó y silenció a Petro? ¿Qué le robó sus legítimos reclamos hacia un proceso electoral espurio cuyos resultados dijo que en ese tipo de eventos no reconocería? No se sabe. Lo único cierto es que la palabra escrutinios también se borró de su lenguaje y del de su equipo.

Evade referirse y contestar preguntas sobre el tema. Insiste en desviar la atención de sus electores de su altísimo probable triunfo y del robo del mismo el 29 de mayo e insiste en que todos se enfoquen en el 19 de junio, como si ya existieran garantías para que se respete la soberanía popular y la decisión del constituyente primario en las urnas por parte de un régimen mafioso y sin escrúpulos.

 

Mientras el pueblo hace la tarea y descubre y revela por sus propios medios que otra vez hubo fraude, Petro guarda silencio, insiste en callar, persiste en mirar para el 19 de junio y seguir convocando cuando todo marca que ya ganó el 29 de mayo.

¿Qué alguien nos explique ese comportamiento atípico y resignado que no le transfiere a su electorado un espíritu de victoria sino de incredulidad y desesperanza ya  que en estos existe la percepción de que, obténganse los votos que se obtengan, otros serán quienes decidan la suerte y futuro de un pueblo que difícilmente logre sobreponerse a otra frustración y a otra derrota y desprenderse de esa sensación de sentirse payasos en el circo de la «democracia» colombiana

Entre aspirar y ambicionar ser elegido y el «todo se vale»

En medio de la más profunda desesperanza y escepticismo, originados en décadas de malos gobiernos, Colombia necesita urgentemente que se construya participativa y democráticamente una opción diametralmente diferente en sus prácticas a la política tradicional, todo ello en la perspectiva superior de devolverle a los ciudadanos de a pie la fe y la convicción en que otro tipo de política y de país si son posibles y alcanzables.

En la concreción de tan elevado propósito se requiere, por obvias razones, enormes cuotas de sacrificio, sensatez y sobre todo grandeza. Siendo el elegir y ser elegido un derecho, toda aspiración de los individuos es legítima pero no debe confundirse, desde ningún punto de vista, el aspirar con el ambicionar poder. En lo primero coexisten, muchas veces equilibradamente, el interés colectivo y el individual, mientras que en lo segundo prevalecen y se anteponen los intereses personales sobre el bienestar general.

Para los que ya hemos sido partícipes y testigos privilegiados de otros procesos políticos causa desazón y frustración que las experiencias vividas no se sistematicen y que antes de evidenciarse que ha existido un proceso de aprendizaje desde los errores cometidos, se vuelva a incurrir en el mismo tipo de prácticas que solo conducen a estruendosos fracasos y a alimentar la incredulidad entre quienes en algún momento se atreven a creer, a soñar y a actuar y terminan sintiéndose usados y desechados.

No puede menos que generar incertidumbre y frustración que en un momento histórico excepcional otra vez se coloque en riesgo la posibilidad de ser gobierno (que no es sinónimo ni debe confundirse con ser poder) porque exista aún entre los sectores «alternativos» hombres y mujeres que ven en la política y en los cargos públicos de elección popular no una oportunidad de servir a un proyecto de nación y al conjunto de la sociedad, sino que -quien lo creyera-, se mueven en la lógica traqueta del «corone», visualizando en la actividad política una forma expedita de acceder a mayores ingresos y mejores posibilidades de vida en lo individual.

En función de tales ambiciones, que afloran para épocas electorales es que resulta común, muy a lo Maquiavelo, que en pos de la consecución del fin por cualquier medio, el «todo se vale» de lugar al codazo, a la zancadilla, al chisme, al indisponer y a la constitución de «congas», roscas o grupúsculos desde los que se pierden de vista quiénes son los verdaderos y únicos rivales a derrotar, así como también aquella, máxima de que el objetivo fundamental de la política  es sumar y multiplicar y nunca restar ni dividir como usualmente termina aconteciendo.

Para estas épocas, cada quien debería en un ejercicio consciente visualizar sus posibilidades reales de ser elegido sin perder de vista o ignorar sus limitaciones. En otras palabras debería evidenciarse que se actúa más desde la razón y la madurez que desde las emociones, deseos y sueños.

Hoy muchos desean, en una especie de surf y aprovechándose de la fuerza motriz que genera la cresta de la ola de popularidad de un indiscutido y excepcional fenómeno político, acceder al congreso, incluso sin méritos académicos y reconocimiento o trabajo social alguno, en lo que perfectamente podría caracterizarse como oportunismo.

Es lamentablemente más común hoy escuchar el «yo aspiro» en lugar del «yo pienso», del «yo propongo» o del “yo estoy dispuesto a aportar…”, al punto que la forma de hacer política termina revistiéndose de lo que precisamente más cuestionan y repudian los ciudadanos de la política.

No es posible ni deseable que de esta forma lo «alternativo» termine siendo solo un adjetivo vacío sin la capacidad real de seducir y movilizar a los ciudadanos indecisos y abstencionistas que constituyen más del 50% de la población habilitada para votar y que son la única opción real de disputarle, por fuera de los amarres clientelistas, espacios en el congreso a los políticos tradicionales.

Desde luego que mucho de lo que ocurre en la periferia, ajena al centro, no se soluciona desde el autoritarismo centralista, desde las verdades incontrovertibles del dogma que castiga a quienes con criticidad cuestionan la exclusión y mucho menos desde prácticas dedocráticas que imponen nombres sin aportar razones detrás de las decisiones que se adoptan.

Mientras no se entienda que lo de las ciudadanías libres es un punto de llegada y no de partida se seguirá desestimando la organización y la democracia directa como mecanismo de resolución de diferencias y hasta de confección de listas a corporaciones públicas bajo criterios como el de la meritocracia, eso sí, no medida esta última desde los parámetros del número de seguidores que se tenga en redes sociales sino desde la capacidad de pensar, de estructurar y defender ideas que es lo que se va a hacer en el congreso.

Idealmente, resultaría muy procedente abrir escenarios públicos donde cada uno de los que aspira a representarnos fuera evaluado en lo que respecta a su capacidad de identificar y caracterizar los, a su juicio, más graves problemas de la región y del país, así como las propuestas concretas y realizables de resolución de los mismos desde el escenario del congreso.

También resultaría fundamental evaluar la capacidad de escucha de los candidatos a los ciudadanos del común en función de estructurar sus propuestas democráticamente y atendiendo al constituyente primario. No obstante, desde sus encumbradas cúspides y aún sin refrendar en las urnas su triunfo, muchos de los aspirantes no entienden aún la importancia de la comunicación bidireccional, al extremo de que muchos cierran por ejemplo en redes como twitter la opción de mensajería directa o solo responden en función del número de seguidores de quien les escribe.

Sin lugar a dudas permitir ser evaluados ayudaría a decantar las turbias aguas de las ambiciones de más de un candidato, alimentadas desde las sombras por aquellos a quienes más importante que la renovación del congreso y el ganar la presidencia les parecen sus calculadas ambiciones de autoproclamarse a futuro como indiscutidos candidatos a alcaldías o gobernaciones.

A estos últimos perfectamente les caería como anillo al dedo el refrán de las abuelas que señala sabiamente que antes de comprar la silla hay que comprar el caballo.

Apartheid político en Colombia: práctica de alta suciedad

Quien no conoce la historia está condenado a repetirla. En Colombia, cada determinado tiempo la historia se repite como tragedia y, para que nadie tenga consciencia de ello, la misma clase dirigente de siempre, la heredera de una parte de quienes expulsaron a los españoles de nuestro territorio con intereses no precisamente colectivos y altruistas sino individuales y egoístas, se aseguró, poco a poco, de borrar de las aulas y de los currículos todo lo que pudiera significar que el pueblo no perdiera la memoria y la identidad.

Seguir leyendo Apartheid político en Colombia: práctica de alta suciedad

Uribestismo: países más pobres del mundo nos superan en manejo de COVID-19

Iván Duque dilapida todos los días recursos de los contribuyentes en un programa de televisión desde donde haciendo gala de su enorme cinismo y capacidad de negación de la realidad pretende hacernos creer al resto de los colombianos que su manejo de la pandemia del COVID-19 no ha sido tan nefasta y desastrosa como en realidad lo es y como lo demuestran incontrovertiblemente las estadísticas.

Seguir leyendo Uribestismo: países más pobres del mundo nos superan en manejo de COVID-19

Alianza de Centro: De espaldas a los intereses del pueblo.

Se encontraron las llaves. Hay más respuestas a los interrogantes que planteaban las actuaciones de los dirigentes del supuesto centro. Se solía decir que la renuencia a practicar una consulta interpartidista, amplia, con todos los sectores “alternativos”, acompañada del apoyo a Sergio Fajardo en primera vuelta y el voto en blanco en segunda, fue con el fin de hacerle el juego al uribismo, por temor al cambio y una suerte de displicencia con el orden de cosas.

Seguir leyendo Alianza de Centro: De espaldas a los intereses del pueblo.

Expresidiario Uribe tuitea contra twitter en defensa de Trump

A raíz de la polémica suscitada por la decisión de twitter y otras plataformas digitales de suspender definitivamente las redes sociales del saliente presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pedagogo Julián de Zubiría nos reiteró en un trino, otro tuit suyo del 28 de abril de 2018 en donde haciendo alusión al filósofo Karl Popper señalaba:

«La paradoja de la tolerancia exige ser muy intolerante con los intolerantes. De lo contrario, ellos no dejarán que florezca la sociedad tolerante.»

Seguir leyendo Expresidiario Uribe tuitea contra twitter en defensa de Trump

Injerencia uribista en elecciones de USA no quedará impune

 

Trump hizo suyas las prácticas del uribismo y las aplicó en la pasada campaña presidencial. La mentira con propósitos de infundir miedo y motivar el voto de rechazo a una «amenaza», no real sino artificialmente creada, demuestra, al igual que la apelación a la descalificación de sus adversarios como «comunistas» o «castrochavistas», que los uribistas fueron asesores de cabecera de los republicanos para manipular el voto latino en Estados Unidos.

Seguir leyendo Injerencia uribista en elecciones de USA no quedará impune